UN POCO DE HISTORIA



Mientras que su impresionante medina y laberínticas calles muros y murallas atraen mas visitantes cada año, la ciudad retiene un halo de misterio. Aunque su historia es bastante conocida, existen diferentes opiniones sobre los orígenes de su nombre, algunos afirman que proviene de “ Al Souirah” en árabe pequeña fortaleza, otros declaran que fue introducido en el siglo 18 por el constructor de la mayoría de actual medina, el sultán Sidi Mohammed Ibn Abadía, un rey de la dinastía Alaoui, que diseño la ciudad en 1765 con el arquitecto francés Theodore Cornut, para adecuarla tanto a los comerciantes extranjeros como para fines militares, la ciudad entonces significa “ la bien dibujada”.


La ciudad inicialmente era conocida como Mogador, que se cree deriva de la palabra berber Amogdul (la bien guardada), uno de los pasados dignatarios de la ciudad Sidi Mogdul, fue enterrado a 3 Km. de la ciudad.


Además de la población nativa berber, el área ha atraído innumerables extranjeros, empezando por los fenicios en el S.VII DC, evidenciado por el descubrimiento de vestigios de cerámica en las islas vecinas.Tambien fue colonizada por Carthage’s Hannon EN 450 DC, mas tarde llegaron los romanos en busca del famoso tinte púrpura (extraído de unos moluscos que se crían en la isla de Mogador) y la sal.


Los portugueses fundaron la ciudad de Mogador a finales del s. XV como un puente militar y comercial entre la costa oeste africana, fortificaron la ciudad construyendo muros y murallas para protegerlos de invasores y piratas, a pesar de esto la ciudad fue conquistada por los Saadianos en 1541,lo que sumió a la ciudad en un declive. Más tarde recupero su esplendor cuando los Alaouitas la tomaron y cerraron el puerto de Agadir, la población de la cual se negó a aceptar la nueva dinastía.


La fortaleza fue restaurada por Moulay Abdelmalek en 1628, pero no fue hasta el S. XVIII que Sidi Mohammed Ibn Abadía fundo la ciudad como uno de los principales puertos del reino, la ciudad fue protegida por 2.000 soldados para controlar y recaudar impuestos en actividades comerciales, la población contaba con 30.000 musulmanes y 6000 judíos.


Essaouira también se convirtió en un importante cruce comercial entre Timbuktu Y Europa, donde productos europeos manufacturados se cambiaban por productos tan preciados como el oro, la sal, el marfil y las plumas de avestruz, confirmando la profecía del sultán “ Quien llega pobre, partirá como un hombre rico”.


En el s. XIX Essaouira se convirtió en el único puerto franco de la costa atlántica abierto a los europeos, este estatus privilegiado atrajo comerciantes de Europa y del mediterráneo, además de dar a la ciudad un aire cosmopolita y de espíritu abierto que hoy en día actúa como un imán para atraer turistas de todo el mundo.




El nombre de Mogador fue reintroducido durante el protectorado frances en 1912, cuando la mayoría de la actividad portuaria fue trasladada a Casablanca, Tánger y Agadir causando a la ciudad otro periodo de declive. El nombre marroquí de Essaouira fue introducido finalmente en 1956, cuando llego la independencia, esto causo la partida de la mayoría de la comunidad judía, reduciendo la economía a la pesca y la artesanía, además del comercio en el mercado local.